Home
Sobre Antonio Miranda
Currículo Lattes
Grupo Renovación
Cuatro Tablas
Terra Brasilis
Em Destaque
Textos en Español
Xulio Formoso
Livro de Visitas
Colaboradores
Links Temáticos
Indique esta página
Sobre Antonio Miranda
 
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MAVI MÁRQUEZ ALCALDE

( Chile )

 

Natural de Santiago-Chile casada con peruano, residente en Perú desde 1958.
El Ilustre Embajador Sr. Javier Pérez de Cuellar le confiere la Ciudadanía peruana el año 1963.
Vicepresidenta Nacional del XXXIV Congreso Mundial de Poetas.
Gestora cultura, membro de la Sociedad Universal de Artistas y Literatos (SUAL); y de la Asociación Mundial de Poetas por la Vida (UNIVA). En Chile es socia del Café Literario de Providencia, Santiago.

 

TEXTOS EN ESPAÑOL  -  TEXTOS EM PORTUGUÊS

 

VARGAS, José Guiilllermo, compilador.  Las Voces Encantadas.  Lima: Maribelina – Casa del Poeta Peruano, 2016.   246 p.  
                                                                  Ej. bibl. Antonio Miranda

 

       MI AMADÍSIMO PADRE
A don Francisco Márquez Olmedo

 

Recuerdos que son eternos,
veo tu tierna mirada
dulce, que no dejó nada
de mis helados inviernos.
A mis cuatro añitos tiernos
por fin conocí a Papá
me lo presentó mamá
yo estaba muy preocupada
diría, más que asustada
el motivo… mi orfandad.

Una niña huerfanita
necesitaba un hogar
Él, tenía tanto por dar
Y deseaba una hijita.
Me sentí cual princesita
huyó de mí, la tristeza
sucedió una proeza
que el mismo DIOS propició,
al vernos juntos, sonrió
así entre a la realeza.

Desde que lo conocí
terminaron mis temores,
supe de hogar y de amores
feliz, el miedo perdí.
Desde entonces, hasta aquí
su amor me dio pertenencia,
aprendí que con solvencia
se puede tocar el cielo,
haciendo que nuestro anhelo
nos sirva de referencia.

Cuando emigré, me siguió
no pudo vivir sin mi,
me pidió traerlo aquí
97 años cumplió.
Larga vida, DIOS le dio,
se enamoró de sus nietos
pícaros, tiernos, inquietos
y, yo su hija adorada,
voy cumpliendo la jornada
le he dado tataranietos.

Para aquél que no engendró,
para la niña sin padres,
los que según las comadres
la vida desheredó.
El tiempo les demostró,
que no hay un padre mejor
que el que confiado en su amor,
su corazón lo hace cuna
y, alumbrado por la luna
Dios pone en Él, una flor.



ERA UNA PEQUEÑA NIÑA


Era una pequeña niña
de desolado mirar
que hacía insondable
su lento deambular..
Así terminó ese día
sin saber cómo lo hizo
los harapos que aún quedaban
cubriendo su desnudez
no alcanzaban a abrigarla,
iban descalzos sus piés.
¿Cómo decirle a la gente
(que no parecía verla)
que estaba buscando ayuda,
que su mamá estaba yerta?
Nadie, nadie detectó
que ella ya no so movía,
y pues, si alguno la vió
sólo le dio unas monedas
sin detenerse siquiera
al escuchar qué pedía.

Con su mamita muy fría
que aún dormía en el piso,
se recostó a su lado,
tratando de darle abrigo.
Y poquito a poquito
la fue adormeciendo el frío.
Dormían las dos muy juntas
pero algo la despertó
era una luz muy bonita,
como nunca, antes vió.

Era la piadosa luna
que le sonrió desde lejos
y amorosa la envolvió
en grandes mantos de plata.
Muy suavemente la alzó
y con su cara redonda
mil besos le prodigó
y la llevó con su madre
allá donde nunca, nunca
pasarán frío ni hambre.

 

TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de ANTONIO MIRANDA

 

       MEU AMADÍSSIMO PAI
A don Francisco Márquez Olmedo

 

Recordações que são eternas,
vejo tua terna mirada
doce, que não deixou nada
de meus gelados invernos.
Aos meus cuatro anos ternos
finalmente conheci  Papai
que mamãe me apresentou
eu estava muit preocupada
diria, mais que assustada
o motivo… minha orfandade.

Uma menina orfanzinha
necesitava um lar
Ele, tinha tanto para dar
E desejava uma filhinha.
Me sentí como princesinha
fugiu de mim, a tristeza
sucedeu uma proeza
que o prórprio DEUS propiciou,
ao ver-nos juntos, sorriu
assim entre a realeza.

Desde que o conocí
terminaram meus temores,
soube de lar e de amores
feliz, o medo perdí.
Desde então, até aquí
seu amor me deu pertencimento,
aprendi que con solvência
é possível tocar o céu,
fazendo que noastro anseio
nos sirva de referência.

Quando emigrei, me seguiu
não podia vivir sem mim,
me pidou para trazê-lo aquí
97 años csompletou.
Longa vida, DEUS lhe deu,
enamorado de seus netos
pícaros, ternos, inquietos
e, eu sua filha adorada,
vou cumprindo a jornada
e dei-lhe tataranetos.

Para aquele que não engendrou,
para a menina sem pais,
os que segundo as comadres
a vida deserdou.
O tempo lhes demonstrou,
que não há um pai melhor
que o que confiado em seu amor,
seu coração o faz  berço
e, iluminado pela lua
Deus põe n´Êle , uma flor.



ERA UMA MENINA

Era uma menina
de desolado mirar
que tornava insondável
seu lento deambular..
Assim terminou esse dia
sem saber como o fez
os farrapos que ainda restavam
cubrindo sua desnudez
não consegui abrigá-la,
iam descalços seus pés.
Cómo dizer àquela gente
(que não parecia vê-la)
que estava buscando ajuda,
que sua mãe estava no chão?
Ninguém, ninguém detectou
que ela já não se movia,
e, pois, se alguém a viu
deu-lhe somente unas moedas
sem deter-se siquer
a ouvir o que pedia.

Con sua mãezinha bem fria
que ainda dormía no piso,
recostou-se ao seu lado,
tratando de dar-lhe abrigo.
E pouco a pouco
foi adormecendo o frio.
Dormiam as duas bem juntinhas
mas algo a despertou
era una luz muito bonita,
como nunca, antes mirou.

Era a piedosa lua
que lhe sorriu desde longe
e amorosa a envolveu
em grandes mantos de prata.
Muito suavemente a levantou
e com sua cara redonda
mil beijos lhe dedicou
e a levou com sua mãe
até onde nunca, nunca
passaram frio nem fome.

 

 

 

*

VEJA e LEIA outros poetas do CHILE em nosso Portal:

http://www.antoniomiranda.com.br/Iberoamerica/chile/chile.html

 

Página publicada em março de 2022


 

 

 
 
 
Home Poetas de A a Z Indique este site Sobre A. Miranda Contato
counter create hit
Envie mensagem a webmaster@antoniomiranda.com.br sobre este site da Web.
Copyright © 2004 Antonio Miranda
 
Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Click aqui Home Contato Página de música Click aqui para pesquisar